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NOSOTRAS. Nuestra vida en relatos.

Cañera y Dulce.

Bárbara, tras unos meses algo estresada, va sintiéndose la mar de cómoda en su papel de madre. Ninguna de las tres amigas hubiese imaginado una transformación tan considerable, ni ella misma. Bárbara era con diferencia la menos maternal de todas pero, a juzgar por su actitud actual, podría afirmarse que ha nacido para ello. Disfruta cada instante de sus días por muy atareados que sean y la sonrisa no se borra de su cara, al menos cuando está con sus amigas.

“Dicen que la maternidad no es tan bonita como suele pintarse en general, pero viéndote a ti cuesta pensar que no sea todo color de rosa” comenta Alice. “Pues ya te digo yo que no es de color de rosa, que se lo pregunten a mis pacientes, o mejor dicho a sus padres, que suelen antes o después acabar con ojeras en los ingresos de los pequeños. Lo intuyo por eso y por las batallas que me cuentan en algunos ratos de conversación” reflexiona Violeta. Bárbara también tiene algo que decir, algo que saca de dudas a ambas “a ver, no es de color de rosa porque yo me desespero bastante a menudo, todo en mi vida va a un ritmo diferente al de antes. Cuando quiero salir de casa para lo que sea, tardo muchísimo y me pone muy nerviosa. Por el contrario, las tareas que hay que hacer en casa, toca hacerlas a mil por hora pues sino no me dan los días para nada. También he de destacar que mi pelo va siempre recogido porque salgo de la ducha y pocos días me da tiempo a secarlo y dejarlo como me gusta. Tú esto ni lo soportarías (mira a Violeta y se ríen). Si bien es cierto, he conseguido adaptarme, aceptar el cambio y centrarme en lo positivo, en todas las cosas que me da Lucía, una sonrisa suya, un balbuceo, lo que sea me ilumina la vida y me hace olvidar que tengo la cocina patas arriba porque no me ha dado tiempo a recoger y ya está ella reclamándome. Con lo maniática que era yo, parece imposible, ¿verdad?”. “Desde luego estás irreconocible, pero me encanta verte así de serena y alegre siempre. Es una parte de Bárbara que no conocía o quizás sea nueva, que tú en eso de adaptarte al medio eres especialista y te redefines sobre la marcha. Por gente como tú, la especie no solo no se ha extinguido, sino que ha evolucionado” opina Alice a lo que Violeta añade “Sí, sí, ha pasado de ser Bárbara la cañera a la dulce Bárbara”. “Qué exageradas sois. Seguiré siendo quien ponga los puntos sobre las íes, ni lo dudéis” sentencia Bárbara con un gesto y mirada desafiante de absoluta seguridad.

Conversan sobre la maternidad un rato más, pese a que Bárbara intenta cambiar de tema en varias ocasiones. Finalmente lo consigue y todas se percatan de la necesidad que tienen de hablar de otras cosas que no tengan que ver ni con la infancia, ni con sus vidas algo tranquilas desde hace un tiempo.

Bárbara rebela en ese momento que ha empezado a ver una serie, en una de las plataformas de pago, que la tiene enganchada. Una serie de alta carga erótica como se puede comprobar por su relato. Rápidamente toman nota Violeta y Alice para comenzar a verla y poder comentarla en la próxima reunión. Lo que no imaginan es que las tres en algún momento y/o capítulo, se sentirán identificadas y eso les llevará a rememorar viejos tiempos y algún que otro escenario determinado. ¿Será añoranza?

MSonia Ruiz.

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