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Nosotras. Nuestra vida en relatos.

Vivas, eróticas y orgullosamente satisfechas.

Concluye una larga semana bastante intensa para las tres amigas, pero lo hace de la mejor de las maneras, con la cita que tenían planificada en casa de Violeta.

Llega Alice puntual con el vino prometido y cinco minutos después lo hace Bárbara, que para sorpresa Violeta y Alice, viene sin Lucía. Al ver las caras de sus amigas no duda en comentar, tras los saludos iniciales, que la pequeña se ha quedado en casa con tres mujeres que la van a cuidar estupendamente. Al parecer este año la Navidad se celebra en la casa de Bárbara, Jaime y Lucía, pues nadie en la familia quiere que la pequeña tenga que hacer unos viajes tan pesados y además así aprovechan para conocer el nuevo hogar. “Voy a tener invadida mi casa, como nunca en mi vida, pero ello me va a permitir tomarme mis ratos libres para ser solo Bárbara con vosotras. Es un planazo, ¿no os parece?” Y sonríe amplia y sugerentemente. “Saca las copas que esto se merece el primer brindis de la noche” comenta una Alice muy animada. Violeta trae las copas y a continuación un surtido de canapés que ha elaborado con mucho mimo a modo de picoteo. “Espero que os gusten. He empezado un curso de cocina para eventos caseros. Algo así como ser una gran anfitriona, sin ser profesional. Mi madre me lo ha regalado”. Las tres amigas están de acuerdo en que ese tipo de regalo no podía proceder de nadie más y ríen cómplices.

Violeta comienza a poner diversas imágenes de su vieje de novios en la pantalla y en cada foto o vídeo se hacen comentarios de lo increíblemente fotogénica que es, pues da igual el gesto o pose, siempre está fantástica. No supone sorpresa alguna porque siempre ha sido así. Violeta considera que es porque sus amigas la miran con unos ojos especiales.

A medida que avanza la velada, y las copas de vino van sucediéndose, los comentarios también van aumentando de interés. Llegan a unas imágenes de lo más íntimas y sugerentes de los novios en la piscina del uno de los alojamientos, en una noche iluminada intensamente por la luna y las estrellas. “El marco era inigualable, el cielo completamente despejado y con una luna llena brillante a más no poder acompañada de infinidad de estrellas. Lo vimos desde la terraza de la suite y no dudamos en bajar para bañarnos. No estaba permitido a esas horas, eran las cuatro de la mañana, pero ni pudimos, ni quisimos evitarlo y dejamos que nuestros cuerpos decidiesen cómo íbamos a disfrutar del regalo que nos estaba dando la vida en ese preciso y precioso instante.” expone Violeta. Con los ojos abiertos de par en par, Alice y Bárbara se miran esbozando una sonrisa juguetona mientras comentan que esa es claramente una de las escenas de la serie de alto voltaje que han visto recientemente. Y efectivamente se parece más de lo que podrían haber imaginado.

Violeta prosigue “yo estrené el bikini de joya que me compré, creí que era el momento idóneo, pero para lo que me duró puesto, tendré que buscar otro escenario donde reestrenarlo. Nos abrazamos ya dentro del agua y nos estuvimos besando apasionadamente mientras nos acercábamos a la cascada que veis a la derecha en la imagen. Allí Bruno me lo quitó y lo que hasta el momento había sido suave y delicado se tornó en salvaje, entre sus manos, su cuerpo y el agua cayendo de la cascada, mi cuerpo se convirtió en un remolino de sensaciones, a cual más intensa y placentera. Os prometo que nunca en mi vida había vivido algo así. Desde ese momento, el viaje fue otra cosa y nuestra relación se transformó. Puedo decir que allí hubo un antes y un después. Nos redescubrimos y nos encantó. La cosa terminó un poco abruptamente cuando nos percatamos de que alguien nos estaba observando desde su ventana, pero hasta eso nos pareció una aventura. Con la vergüenza que me dan a mi esas cosas, creo que iba borracha de deseo.” Y ríe una Violeta sonrojada.

Bárbara, tras un largo trago de vino, lanza un deseo al aire mirando hacia el techo “Por favor, yo quiero algo así cada día de mi viaje” y las tres amigas ríen a carcajadas. Alice por su parte también tiene un deseo, pero para las tres “Chicas, que esto esté presente en nuestras vidas depende en buena parte de nosotras. Deseo que no nos olvidemos y para ello propongo que establezcamos citas periódicas para compartir lecturas, series, películas o lo que sea que nos estimule y nos mantenga vivas. Vivas, eróticas y orgullosamente satisfechas” Y las tres amigas alzan las copas y brindan por ello.

MSonia Ruiz.

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