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NOSOTRAS. Nuestra vida en relatos.

Un nuevo compañero.

Mientras caminan por un tranquilo pero transitado parque, Alice comenta lo mucho que le gusta el otoño, sobre todo cuando la ciudad se viste de ocres y las calles lucen una preciosa alfombra de hojas. “Recuerdo cuando de pequeña pasaba horas en el parque frente a casa saltando sobre las hojas secas para oír su crujido. Me maravilla esta época en la que siempre los recuerdos se apoderan de una, melancolía la llaman” dice mientras su mirada se dirige hacia el suelo y tímidamente va dando pasitos, casi pequeños saltitos, pisando las hojas caídas.

Violeta comenta muy oportunamente que melancolía es lo que debe sentir Bruno pues después de meses le ha mandado un mensaje en el que le propone hablar “al parecer me echa de menos y se ha planteado volver a España, pero prefiere hablarlo en persona porque yo formo parte de ese escenario que se plantea. Y hasta ahí su mensaje”.

Bueno, bueno dice riendo Bárbara. Quien solicita a Violeta que cuente qué piensa al respecto.

Violeta comienza con un “Buf, pues la verdad es que cuando vi su nombre en el remitente me sobresalté y al ver su contenido me proporcionó una sensación agradable, pero estoy tan segura de que lo que ahora quiero es un poco de espacio personal y paz, que se me hace difícil imaginarme la situación. Seguramente aceptaré quedar con él y ya iré viendo. Mientras tanto seguiré con el Sr. Satis, a quien he conocido hace una semana más o menos y me parece el amante perfecto”.

Alice con los ojos abiertos de par en par, exclama ¡Perdona! A lo que una divertida Violeta responde “Sí, vino en una cajita que pedí que envolviesen en papel de regalo cuando lo adquirí, deben además perfumar el empaquetado porque al abrirlo me envolvió con una fragancia de lo más seductora que me cautivó. Diez minutos después, me había conquistado.” Tras su explicación a Alice ya no la cabía la menor duda, Violeta había caído presa del Satisfyer, el “nuevo compañero” que estaba revolucionando el panorama sexual.

Bárbara solo agregó “La que avisa no es traidora, ya solo nos faltas tú, Alice” Y rieron a carcajadas.

Las tres amigas se encontraban en la puerta de la urbanización donde estaba el piso que iban a visitar para Bárbara. Fueron directas al portal donde habían quedado con el agente que se lo iba a enseñar. Poco después de una hora bajaban por la avenida principal de la urbanización y en un momento dado Bárbara paró y dijo “Que bonito el parque infantil, es muy grande con varios columpios y muchas cosas para que los pequeños se diviertan”.

Alice y Violeta se miraron bastante confusas y en ese preciso instante se percatan de que algo más había en todo ese gran cambio que Bárbara estaba planificando y que no les había contado.

Alice propuso ir a un café muy coqueto que había visto antes de entrar en la urbanización y que estaba al otro lado de la calle para que Bárbara pudiese hablar tranquilamente. Bárbara aceptó y dijo “espero que tengáis tiempo porque es largo de contar”.

MSonia Ruiz.

Si quieres leer todas las publicaciones de esta historia, las encontrarás en el apartado Relatos

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