Un domingo en el Rastro, casi un domingo cualquiera, pero no.
Amanece un domingo fresco pero soleado. Las tres amigas han quedado para aprovecharlo dando un paseo por el Rastro, uno de esos planes típicos para cualquiera que viva, haya vivido o simplemente disfrutado de un fin de semana en Madrid. Los motivos por los que se van al Rastro son muy variados: dar un paseo por una zona agradable y animada, en busca de una pieza única, por curiosidad o porque se ha convertido en una tradición y casi es una visita obligada en los domingos madrileños.
Mientras se saludan comienza a sonar el móvil de Alice quien muestra a sus amigas el nombre que aparece en la pantalla. Antes de que descuelgue, Violeta se apresura a decir “seguro que te llama porque ayer salió a cenar, se tomó unas copas, se animó y sacó alguna conclusión que no puede esperar a contarte el lunes”.
Alice conversa algunos minutos al teléfono con una actitud cada vez más animada y cuando regresa al lado de sus amigas que han estado viendo sus gestos de alegría, Bárbara le da la enhorabuena directamente y antes de que cuente nada Alice, la pregunta “¿Cuándo nos vamos al pueblo a conocer toda la oferta de ocio y bienestar que ofrece su entorno?”. “Si mi jefe supiese lo bien que le conocéis, se asustaría” comenta Alice entre risas. “Es que no falla, oye. Es tan previsible…” añade Violeta. Bueno comienza diciendo Alice, “pues sí, esa era la noticia que necesitaba darme. Sabía que me iba a ilusionar mucho y no quería esperar más a comunicármelo. Quiere que antes de que termine el año haya dejado en su mesa un borrador de la propuesta que les presenté. Pero quiere cuestiones concretas. Chicas, no queda otra que hacer trabajo de campo, tendremos que desplazarnos a terreno y eso os incluye a vosotras que os ofrecisteis generosamente. He pensado que la primera quincena de noviembre podría estar bien. Os dejo que busquéis las fechas que mejor os cuadren de ese periodo. ¿Qué os parece?”
Tras una pausa, Violeta comenta que puede sumar unos días de vacaciones a algunos cambios que pida a compañeros y que añadiendo el fin de semana anterior y posterior serían 9 días en total. Bárbara, que ha llegado ya a un acuerdo con su empresa sobre trabajar más tiempo desde casa, dice por su parte que no habrá problema, que solo necesita algunos ratos para conectarse y trabajar desde allí.
Alice, emocionada da pequeños saltitos mientras aplaude silenciosamente. “Estoy muy ilusionada por la oportunidad que me han dado, pero más aún porque nos va a permitir volver a compartir largas horas, días, como en la universidad.”
Violeta añade que además viene en un momento ideal. Necesitar “terapia” de amigas pues Bruno está muy atento e interesado en quedar para retomar su relación, pero ella tiene algunas cosas que analizar primero y nada como ponerlo en común con sus amigas. Por su parte Bárbara, admite que estará bien compartir todo lo que se agolpa en su cabeza desde la decisión de cambio. Alice, mientras sonríe comenta al respecto de Bárbara “Sigo impresionada con tu noticia, estoy deseando que llegue ya primavera. Por cierto, Violeta, hablaremos largo y tendido, pero intuyo que, a la fiesta de bienvenida de nuestro sobrino o sobrina, en primavera, también asistirá Bruno, esa es mi apuesta.” Y las tres ríen y se abrazan.
MSonia Ruiz.
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