Un año movidito.
Alice conversa con Hugo acerca del proyecto que comenzó a perfilarse en su mente después de regresar del viaje con sus amigas. No sabía muy bien cómo abordar el tema, ya que supondría un cambio considerable en sus vidas, principalmente en el ámbito laboral. El resultado de la conversación la llena de emoción, tanto que no puede esperar a contárselo a Bárbara y Violeta.
Suena la llegada de un mensaje al chat grupal “Nosotras” envido por Alice que dice “Chicas, ya he hablado con Hugo sobre mi plan de futuro. Y su respuesta no podía ser mejor. ¿Quedamos y os cuento todo en la cafetería de siempre a las siete?”
A la hora y lugar acordados, se encuentran las tres amigas dispuestas a compartir unas infusiones y una noticia largamente esperada. “Ya era hora de que se lo contases” comenta Bárbara después de que el camarero se retire a preparar sus bebidas. “Quería esperar al momento adecuado” responde Alice, quien además añade “recuerda que aún no tengo la respuesta de mi jefe. No sé si aprobarán mi propuesta, pues no me ha dicho nada del borrador que le entregué. Si lo rechazan, mi plan se complicaría un poco, la verdad.” Violeta se suma a la conversación diciendo “Bueno, para eso no queda otra que esperar, pero sí puedes contarnos lo que te ha dicho Hugo. ¿Qué le ha parecido tu idea?”.
Alice, con los ojos brillantes, comienza “Le ha encantado, no ha mostrado la más mínima duda, de hecho, cuando le he relatado los pasos que deberíamos ir dando, me ha respondido con entusiasmo buscando opciones para poder hacerlo sin arriesgar demasiado. No le importaría dejar su actual trabajo, pero apuesta primero por buscar la manera de compatibilizarlo hasta que tengamos todo más seguro y algunos ingresos por la vía nueva. Por mi parte, si mi empresa decide dar luz verde a mi proyecto, me solventaría el problema porque implicaría dedicarme unos cuantos meses a ello desde mi puesto actual. Luego les plantearía seguir colaborando, eso es algo que les gustaría y llegaríamos a un acuerdo sin problemas. Lo sé porque ya hay casos en mi departamento que trabajan del mismo modo y es algo que fomentan desde la directiva. Con toda la prudencia necesaria, diría que se ha puesto todo en marcha. Lo primero es confeccionar el espacio donde se desarrollará la actividad y ver qué necesidades van surgiendo. Es importante que podamos gestionar, una vez esté todo en marcha, el negocio desde aquí. No te preocupes, Violeta, que nuestra casa está aquí.” Violeta respira tranquila y sonriente. Y Bárbara y Alice ríen sonoramente.
“¡Me alegro tanto de que estemos en un momento tan increíble las tres! Creo que este año va a ser movidito” confiesa Bárbara mientras cierra los ojos y respira hondamente con una sonrisa dibujada en sus labios. “Yo también lo creo” admite Alice. “Pues brindemos por este año movidito” sentencia Violeta.
MSonia Ruiz.
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