¿Cómo se inicia una nueva etapa? Violeta lo tiene claro.
Violeta llega apurada de tiempo a su cita con Alice y Bárbara, mira su reloj y determina que solo un taxi puede salvar la situación.
Diez minutos después Violeta se está bajando del taxi ante la mirada de sus amigas que ya la esperan en la puerta de la café en el que han quedado. Hace tiempo que no van allí, tanto que incluso consideran que les deben una disculpa a los dueños, un matrimonio de poco menos de sesenta años. Muchos días son los que les han cedido un pequeño espacio en la mesa del fondo a la derecha, un rinconcito que bien podría llevar el nombre de las tres amigas o tener su foto colgada o algo similar, pues hasta en el café lo han bautizado haciendo referencia a ellas.
Piden lo de siempre mientras conversan animadamente con los dueños sobre cómo van las cosas a unos y a otros. “Es un placer llegar a un sitio y que te sientas como en casa, con tu gente” comenta Alice que sonríe a la pareja que se aleja a preparar lo pedido. Bárbara y Violeta asienten con gestos de aprobación y comodidad.
“A ver, Violeta, ¿cuál es esa propuesta tan urgente que no puede esperar hasta el viernes, ni ser contada por teléfono? Pregunta Bárbara intrigada”. Violeta procede a responder, pero antes se hace de rogar poniendo caras de lo más graciosas y sugerentes “pues ayer por la noche, como no me podía dormir, me dio por pensar en que hace ya unos meses que no hacemos una escapada, con tanto movimiento en nuestras vidas, tenemos un poco abandonado aquel pacto de cuando nos licenciamos. Y por si lo del pacto no es suficiente para animaros a organizar un viaje, os diré que nos lo merecemos porque las cosas buenas hay que celebrarlas y además porque en no mucho tiempo, vamos a estar un poquitín limitadas en ese aspecto. Toca dar la bienvenida a todos los cambios como solo nosotras sabemos.” Y con un guiño de ojo, deja la propuesta en manos de sus amigas. Alice, con un gesto de entusiasmo sin igual, dice “me parece una gran idea, tanto que ya estoy deseando que comencemos la lista de posibles destinos”. Bárbara por su parte comenta que a ella también le parece una maravillosa idea. “Solo tenemos que ajustar las fechas antes de mi marcha a Asturias, que ya imagino que lo tendrás previsto, como la mayoría de las cosas” y las tres ríen pues saben que de eso no cabe la menor duda. Cuando a Violeta se le ocurre algo, ata todos los cabos para que un inconveniente de ese tipo no impida su realización. “Decir, por mi parte, que yo no tendría problemas con las fechas pues con mi jefe ya acordé teletrabajo y le da igual aquí que en cualquier punto del globo terráqueo. Solo necesito conexión algún rato.” concluye Bárbara. Alice dice que como está inmersa en esa especie de “transito” en su trabajo, también podrá organizar todo con bastante rapidez “además como Hugo está entrando a formar parte del proyecto, puede quedarse al frente y cubrirme. Seguro que no le importa”.
Las tres amigas, muy animadas, conversan sobre lo fácil que ha sido organizarse esta vez. “Parece que el universo lo tuviese preparado para nosotras” comenta Violeta. “Ni lo dudo” añade Bárbara y Alice sentencia “solo faltaba la chispa que encendiese la mecha”.
Alzan sus tazas, da igual que no sea champagne o similar, un café o infusión también sirven. Violeta en voz alta “Celebremos la llegada de nuevas etapas que seguir transitando juntas.” “Siempre juntas” dicen al unísono Alice y Bárbara y brindan radiantes ante la nueva aventura que emprenden.
MSonia Ruiz.